jueves, 21 de marzo de 2013

El palacio de Gobierno de Tlaxcala


Tlaxcala es un estado que alberga parte de los vestigios que actualmente existen de una extinta cultura, la cual se fue disolviendo conforme el avance cronológico de un período histórico tras otro, debido a su vez a la participación y acción del ser humano sobre éste territorio.



Estaríamos incluyendo entonces dentro de este contexto a la cultura Tlaxcalteca, vital elemento dentro del estudio de la historia de México. Surgirá entonces el cuestionamiento: ¿Por qué se le adjudica tanta relevancia a una cultura prehispánica de más de entre muchas otras? Por ahora cabe mencionar que la cultura Tlaxcalteca toma tal importancia debido a que, fue la cultura que impulsó el avance de España hasta el dominio de un fragmento de la extensión mesoamericana. Así, con el paso del tiempo y con la llegada de la Nueva España, se fue dejando una riqueza y bagaje cultural plasmados a través de la arquitectura barroca, de los órdenes arquitectónicos y las corrientes artísticas inherentes de esa época.Todo esto será perceptible por medio de íconos, símbolos y estructuras presentes en la plasticidad de la obra artística. Por consecuente se nos reflejará la correlación existente entre los contextos social, político e idiosincrático, confluyendo todos en el contexto histórico de la ciudad misma.




El Palacio Nacional de Tlaxcala y su herencia cultural

El Palacio de Gobierno de Tlaxcala, pieza que se nos presenta esencial en la vida política-estatal, empezó a ser construido en 1545, alrededor de este recinto, se juntaban las casas reales y alcaldías de la ciudad. Es una edificación barroca plateresca con alabastro en la fachada exterior. En el interior, podemos ver la manera en que se expresa, y a mano del muralista Desiderio Hernández Xochitiotzin (1922-2007), la memoria del pueblo tlaxcalteca. 


Adaptando hasta llegar a la conquista, este registro queda ennoblecido por los pinceles y la pintura mediante el mural, una forma de interiorizar literalmente y metafóricamente) la historia de Tlaxcala. El mural, trasladando la tridimensionalidad de los recintos al lienzo, integra de una manera espléndida al pueblo: pintura, discurso y materialidad. Unidad como máximo ideal para cualquier pueblo.Dividido en tres secciones (central, casas consistoriales, oriental-las casas reales y poniente alhóndiga). El Palacio de Gobierno, saludándonos con ostentoso decorado casi exuberante para el portal y los arcos, se ve llamativo.
Regresando a los detalles de la puerta, en la parte alta, se nos muestra en relieve el escudo de Tlaxcala. Estos detalles se encuentran esculpidos en argamasa. Hay que mencionar el efecto de desequilibrio que logran los detalles: las paredes ascéticas cubiertas de alabastro y la saturación de líneas curvas, aunque en proporciones diminutas, como recordamos el paso del barroco. Del barroco paradójico: aquél que logra armonizar con la tarde en una tranquila plazuela en algún sábado.




0 comentarios: